En ese tiempo que no fue tanto

me salían las cuentas

volaba, a veces, silbaba otras

y no me atropellaban los coches. 

Tus ojos que eran grandes jugaban a mirarme 

y cuando los encontraba a veces

me sentía fuerte como el whisky sólo

y sabía también a colores vivos

porque en ese tiempo fui inmortal.

Después de ese tiempo que no fue tanto

vino este, que ya es otro

en el que no juegas, solo callas

y callo yo y se me caen 

estas ganas que tenía de querer. 

Fui inmortal en ese tiempo 

porque vivía a gritos

y juraba, es cierto

que de ilusiones también se vive,

si olvidas que de ilusiones también se mata. 

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